En 2025, DeepSeek irrumpió en la escena de la inteligencia artificial como un soplo de aire fresco, desafiando las creencias establecidas sobre lo que se necesitaba para crear modelos de IA avanzados. Este gran modelo lingüístico, desarrollado por una empresa china, no solo demostró ser una alternativa más económica y eficiente a ChatGPT, sino que también puso en duda la narrativa de que la IA requiere cantidades astronómicas de recursos y poder de cálculo. DeepSeek logró construir un modelo competitivo con una fracción del presupuesto utilizado por OpenAI, utilizando menos chips y menos energía, lo que ha dejado a muchos en la industria preguntándose si realmente necesitamos tanto para avanzar en este campo.


Gil Luria, un experto en tecnología, lo describió como un “terremoto en el sector de la inteligencia artificial”. Y es que DeepSeek ha hecho que todos se detengan a reflexionar: “No pensábamos que esto fuera posible. Y como es posible, tenemos que replantearnos todo lo que hemos estado planeando”. Este avance no solo es un logro técnico impresionante, sino también una llamada de atención para la industria, que hasta ahora había seguido la idea de que más potencia y más inversión eran siempre la respuesta.

El impacto de DeepSeek no se limita a lo técnico. También ha sacudido los mercados financieros. Nvidia, el gigante de los chips que ha sido clave en la fiebre del oro de la IA, vio cómo sus acciones caían un 17% en un solo día, perdiendo cientos de miles de millones de dólares en valor de mercado. Otras grandes empresas tecnológicas como Alphabet, Microsoft y Oracle también se vieron afectadas, lo que arrastró a los índices bursátiles hacia abajo. Este momento incómodo también llegó en un momento delicado para la administración Trump, que había anunciado una inversión masiva para mantener a Estados Unidos a la vanguardia de la carrera de la IA.

Pero más allá de los números y las cifras, lo que DeepSeek nos está mostrando es que la innovación no siempre tiene que venir de la mano de recursos ilimitados. Este modelo ha demostrado que se pueden lograr avances significativos con menos, lo que podría cambiar la forma en que pensamos sobre el futuro de la IA. No se trata de que la IA esté “muerta”, sino de que el panorama está evolucionando más rápido de lo que muchos esperaban.

En esencia, DeepSeek nos recuerda que la verdadera innovación a menudo surge de la creatividad y la eficiencia, no solo de la fuerza bruta y el gasto desmedido. Es un mensaje poderoso en un mundo donde a veces parece que más es siempre mejor. Y aunque el camino por delante sigue siendo incierto, una cosa está clara: la IA está viva y coleando, pero las reglas del juego están cambiando.

By Ainus

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